Francesco es de Cagliari y es uno de 8 hermanos. Al crecer en Cerdeña, no tuvo la oportunidad de viajar mucho cuando era más joven, por lo que, naturalmente, disfruta aún más de la movilidad que conlleva vivir en Berlín.
No todo lo que aprendes en la escuela es realmente necesario
Estudió Ciencias de la Computación y, como tesis final, diseñó el sitio web de su escuela. Sin embargo, durante su tiempo en la escuela, en lugar de estudiar cosas que no encontraba interesantes o útiles para su futuro, aprendió muchas cosas que SÍ encontró útiles: cómo usar Photoshop, cómo hacer sitios web básicos o cómo para crear videojuegos. En 2005, cuando solo tenía 17 años, creó una comunidad de juegos independientes en la que todavía es administrador.
Gracias a su devoción por el aprendizaje, pronto pudo crear algunos sitios web pequeños y material gráfico para empresas locales en su ciudad natal para obtener cierta independencia financiera de su familia. También trabajó para una asociación cultural local sin fines de lucro, donde fue responsable del diseño gráfico, desarrollo y administración del sitio web durante cuatro años.
Sin nada de alemán y solo conocimientos básicos de inglés, se aventuró a Berlín.
Como regalo de graduación, recibió una Nikon DSLR de sus amigos, ya que la fotografía siempre ha sido una de sus aficiones. Unos meses después de su título universitario, su hermano Giuseppe, que ya vivía en Berlín, le preguntó si quería trabajar con su compañero de piso, Thomas. Thomas acababa de comenzar a conceptualizar su idea y necesitaba un técnico y un cofundador para realizar su idea.
Francesco y Thomas tardaron un año en estar en línea durante el cual vivieron juntos y trabajaron todos los días sin descanso. No hablaba ni inglés ni alemán y era la primera vez que se alejaba de su familia y amigos.
Pero ahora está muy contento con sus logros y lo mejor de todo es que ahora puede decir que a los 23 años fundó una empresa y ya es CTO.
